Garabatos #20 | La lista del hype: Libros
En esta carta te recomiendo algunas lecturas... aunque te escribiría cartas enteras hablándote sobre cada uno de estos libros.
Dice Rosin Kiberd en su ensayo ‘Desconexión’ que ha pasado tanto tiempo en las redes sociales que, en realidad, cree que ha sido educada por Internet. Se define como una cíborg emocional y reconoce que ha pasado más tiempo con su portátil o con su móvil que con cualquier ser vivo. Ha visto cómo su salud mental se ha alterado completamente y, por ello, decidió escribir una serie de reflexiones que ha plasmado en este libro publicado por Alpha Decay que anoche me tuvo dos horas sin parar de leer.
Aunque, hay capítulos valle un tanto aburridos, en general, ‘Desconexión’ te hace pensar sobre lo que se esconde detrás de conceptos tan perversos como la marca personal, la vertiginosa evolución de la red, los datos que regalamos a los gigantes tecnológicos y la deshumanización de nuestras relaciones. Todo en detrimento de nuestros derechos como ciudadanos, como trabajadores y como consumidores.
“Es peligroso dar por supuesto que la tecnología es neutra. Es peligroso no investigar a la gente que la construye. Es peligroso, también, creer que el simple hecho de disponer de las herramientas para cambiar el mundo -las plataformas de las redes sociales- nos permitirá por sí solo construir un mundo mejor”.
Si estos temas te interesan te recomiendo que también leas ‘El valor de la atención’, de Johann Hari. Yo, por ahora, solo lo he picoteado, pero lo que he leído me ha parecido interesante y, desde luego, será una de mis próximas lecturas.
Quería escribirte más sobre el ensayo de Rosin Kiberd, pero es que hoy quiero hablarte de varios libros y mi tiempo, como el tuyo, es escaso, ya lo sabes. Y es curioso porque esta semana también leí ‘La glándula de Ícaro’ (Impedimenta), de la rusa Anna Starobinets y, aunque es un volumen de relatos, sí está de cierta manera relacionado con lo que denuncia la autora de ‘Desconexión’. Starobinets es una escritora fantástica de ciencia ficción. Lo que leemos en ‘La glándula de Ícaro’ es una especie de Black Mirror sobre adónde nos dirigimos como especie. Son siete cuentos que comienzan con lo que podía ser una historia cotidiana hasta que mutan en algo muy distinto y, con frecuencia, aterrador. Sobre todo porque lo que sucede entonces es muy real o posible. Esta es la reseña que he escrito para Expansión. Desde luego, es un libro que te recomiendo.
Otra escritora rusa a la que he leído recientemente es a Daria Serenko en ‘Chicas e instituciones’, de Errata Naturae. Como Starobinets, Serenko vive exiliada y tampoco puede volver a su país natal porque su integridad está en riesgo. Este libro es breve, fragmentario y dicen que poético, aunque yo no lo experimenté así. Habla de todas esas mujeres que trabajan en lo más bajo de las industrias culturales en Rusia. Son las chicas que se ocupan de colgar los retratos de Putin en los museos, las que montan las exposiciones, las que falsifican las estadísticas de asistencia, las que son ninguneadas, silenciadas, ignoradas, vejadas y despreciadas por un país donde la mujer continúa siendo una especie de objeto bello.
Saltamos a otro continente para hablarte de ‘La casa en llamas’, el libro de cuentos de la estadounidense Ann Beattie, que el año pasado publicó la editorial argentina Chai Editora. Recoge algunos de los relatos que la autora ha publicado en The New Yorker y, personalmente, casi todos me han gustado mucho. Son historias realistas, que presentan conflictos contemporáneos y todas tienen un fondo que va más allá de lo que, en principio, parece que estás leyendo.
Por cierto, de esta editorial estoy loca por leer ‘Nena’, de Melissa Febos. Pero soy incapaz de localizar este libro en España. Si tienes cualquier sugerencia, por favor, ilumíname. Lo he pedido a librerías argentinas, que me han negado el envío; lo he encargado en librerías madrileñas especializadas en literatura iberoamericana, que han terminado olvidando que lo había encargado; lo he buscado en Kindle; he mandado mails a los editores y, con todo, he fracasado. Sé que cuando lo lea, me gustará menos de lo que imagino. Pero también sé que recordaré siempre este libro por todo lo que me costó conseguirlo… hay que disfrutar de cada etapa del camino hasta Ítaca, ya lo sabemos. Pero, ¡ozú!
Seguimos con un libro escrito por una autora -otra vez mujer, ya lo sé…- española. Se trata de ‘Ese lugar al que llamamos casa’, de Marta Orriols (Destino). A pesar de que tuvo un éxito considerable con ‘Aprender a hablar con las plantas’, no había leído nada de esta catalana y me ha encantado su sutileza, la delicadeza con la que te habla del amor, del olvido, de la enfermedad del padre, del retorno a casa tras décadas viviendo en otras ciudades, del paso del tiempo, de la vida perdida y de la vida ganada.
Nos habla de una periodista que, tras pasar veinte años trabajando como corresponsal en Oriente Medio, vuelve a la casa donde se crió y en la que todo, aunque permanece igual, ha cambiado demasiado. Puede que la novela sea un poco lenta. Puede que a alguno os parezca aburrida, pero es que es tan bonito cómo lo cuenta. Por ejemplo, sobre la relación con su madre después de tantos años fuera, escribe:
“Creo que su dominio de la cocina hará que se sienta cómoda para hacer algo conmigo, las dos solas, sin que se vea acorralada por todo lo que no sabemos decirnos”.
He subrayado bastantes frases de este libro…
Su anterior novela se titula ‘Dulce introducción al caos’, como uno de los discos de Extremoduro, lo que me da pie a citar un último libro que se acaba de publicar y que aún no he leído, pero que seguro que merece la pena si te gusta Robe Iniesta y si, como yo, te enamoraste de aquel rara avis de Extrechinato y Tú. Se titula ‘Poesía básica. Extrechinato y Tú ensancha el alma’, lo ha escrito el periodista Javier M. Alcaraz para EfeEme y cuenta cómo se gestó este álbum mítico e imprescindible de la historia del rock español, que hace veinte años puso en órbita la poesía bucólica y visceral de Monolo Chinato.
Y, bueno, hasta aquí la carta de hoy. Espero que entre todos estos libros hayas descubierto algún título que te apetezca leer.
Es posible que el canal de Telegram que he creado -no sé bien para qué, y en el que ahora mismo hay apenas cinco suscriptores, ¡¡toma influeeeensssia!!- lo utilice para hacer recomendaciones literarias de este tipo. Así que si te interesa, pásate por allí e iré hablándote de más libros.
Un abrazo,
📩 Si te ha gustado esta carta, reenvíasela a quien tú quieras. Es una manera generosísima de decirme que lo que hago merece la pena.
Estaré encantada de que continúes la conversación por email. Si lo prefieres, también puedes darme un ❤️ o dejarme un comentario.
📚 La lista de libros que quiero leer:
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“Todos piensan en cambiar el mundo. Pero nadie piensa en cambiarse a sí mismo”
-Leon Tolstoi-
Apuntado «Desconexión» para la (infinita) lista de libros que merece la pena leer. A ver si el verano me da para tantas lecturas apetecibles. Muchas gracias por las recomendaciones.
Te dejo un like por el cariño que le has puestos y para poner de manifiesto cuán iignorante soy y cuánto agradezco que compartas tu caudal de impresiones sobre lecturas que yo, sin tu consejo, nunca vería ni escritas, ni recomendadas. Será que yo también creo que la humanidad es, entre otras cosas, compartir, sin esperar nada a cambio y porque todavía sigo creyendo en pocas cosas, y las quiero seguir manteniendo. ¡¡ Muchas gracias Tamara !! ¡¡ Qiué cerca estoy de lo que transmites y qué lejos de tus lecturas y conocimientos !! Si te sirve de algo, a mí sí me ha servido.....y de mucho !!