Garabatos #6 | Magia
Hoy te hablo de magia. Porque la magia a veces ocurre gracias a vosotros.
Primera carta del año. Y verás que viene con novedades porque me he mudado a Substack, una plataforma de newsletters que me enamoró nada más descubrirla. Si notas algo extraño, es eso. Vamos a probar qué tal nos va la experiencia aquí y si nos gusta a todos, nos quedamos. Cualquier comentario que quieras hacerme al respecto será muy bien recibido.
Básicamente, ahora puedes consultar todas las cartas enviadas (aunque yo solo me he traído las cinco últimas), puedes comentarlas en público, tienes un botón de 'me gusta' y otras funcionalidades que iremos descubriendo juntos.
Dicho esto, te cuento cositas. Y hoy te hablo de magia. Porque la magia a veces ocurre gracias a vosotros. Hace años publiqué en el blog una entrada sobre Jana, una de las víctimas de los atentados del 11M con la que pasé unos días después de las explosiones de Madrid. Entre otras muchas cosas, contaba que su novio, con el que viajaba, murió en el acto y que hubo un hombre que la ayudó a salir de los trenes:
“Me confesó que supo desde el primer momento que su novio había muerto. No sólo porque recordó que tras la explosión sus ojos abiertos no registraban ningún movimiento, ni porque hubiera comprobado que ya no respiraba, ni siquiera porque el hombre que la ayudó a salir del tren le dijera que se olvidara del chico que tenía a su lado, que ella tenía que salir de aquel montón de chatarra. Sabía que estaba muerto porque le invadía un sentimiento de pérdida, como el dolor fantasma que siente el lisiado cuando imagina la pierna amputada”.
Yo no daba más datos sobre este hombre porque no sabía nada más sobre él. Pero él, Emilio, me dejó un comentario en el blog agradeciéndome el texto. Y a mí todavía me entran ganas de llorar cuando lo leo.
Hola Támara:
Soy el «hombre» que ayudó a Jana a salir del amasijo de hierros en el que quedó atrapada, el que desgraciadamente tuvo que hacerla consciente de la gran tragedia que le había tocado vivir.
Fue un gran palo para todos los que por lo vivimos en primera persona,algo que jamás se nos olvidará…aunque pasemos página y sigamos con nuestras vidas.
Quiero agradecerte el artículo tan especial que le has dedicado. Y pedirte un gran favor: si vuelves a hablar con ella le des recuerdos de mi parte.
Gracias por leerme.
Más magia. Hace años visité el cementerio de Montparnasse con unas amigas. Un tiempo después escribí una entrada sobre una pequeña tumbita que encontré y que prometí que nunca olvidaría. Era la de Horace Perre, un niño que tenía nueve años cuando falleció. Hoy, su hermano gemelo es uno de los suscriptores de estas cartas. Sé que las abre y supongo que las traduce, porque él habla francés. [Hola, Achille, te mando un beso y espero poder conocerte personalmente algún día.]
Holà me llamo Achille y soy el hermano gemelo de Horace. (Nacimos el 12 de enero de 2002)
Tu artículo nos conmovió mucho a mi y mis padres.
Muchas gracias, es bueno saber que la tumba es apreciada.
Personalmente, ya no voy al cementerio muy a menudo, pero mis padres van allí regularmente.
Si quieres encontrarlos un dia, o si quieres saber algo sobre Horace, puedes dejarlos un mensaje aqui.
(Mis padres no hablan español neither do I but I learn Spanish at school)
Achille Perre
Y más magia, amor, respeto. Porque hoy alguien tuvo a bien recordar a mi abuela en un tuit y yo volví a sentirla cerca, nueve años después de su muerte.
Ella era republicana. Fue encarcelada, torturada, sentenciada a muerte durante el franquismo (afortunadamente, la pena no llegó a ejecutarse), amiga de las Trece Rosas y, durante los últimos años de su vida, una mujer que se volcó en que la represión que vivió y que acabó con la vida de tantas personas que ella quería no se borrara de la Historia. Yo hago lo que puedo por reivindicar su nombre. Y hasta Peter, un amigo que vive en Middlesbrough, en el norte de Inglaterra, y que también es suscriptor de estas cartas, sabe quién es Concha Carretero, my grandma.
Y es por esto que creo en estos emails y en el blog. A veces algunos amigos me preguntan por qué escribo, por qué le dedico tiempo a esto si no gano nada a cambio, si no monetizo. Pero yo gano mucho escribiendo. Gano muchísimo escribiéndote.
Si no lo hiciera, no sería posible tanta magia.
Gracias por estar y muy feliz 2023.