Fernando, mi nuevo compañero en el periódico, está convencido de que siempre llega tarde a los buenos tiempos. Llegó tarde a los tiempos en los que Radio Nacional de España pagaba bien a todos sus empleados, a los tiempos en los que la radio pública contrataba a periodistas recién licenciados. Llegó tarde a la época de alquileres asequibles en Madrid (él es de Zamora). Y llegó tarde a Expansión, el periódico en el que ahora trabajamos los dos, donde hace años subían el salario conforme al IPC -de eso ha pasado una eternidad, más de un decenio-, daban cheques restaurante y existía El Relax, un templo muy querido por los
Garabatos y cuentos #5 | El Relax
Garabatos y cuentos #5 | El Relax
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Fernando, mi nuevo compañero en el periódico, está convencido de que siempre llega tarde a los buenos tiempos. Llegó tarde a los tiempos en los que Radio Nacional de España pagaba bien a todos sus empleados, a los tiempos en los que la radio pública contrataba a periodistas recién licenciados. Llegó tarde a la época de alquileres asequibles en Madrid (él es de Zamora). Y llegó tarde a Expansión, el periódico en el que ahora trabajamos los dos, donde hace años subían el salario conforme al IPC -de eso ha pasado una eternidad, más de un decenio-, daban cheques restaurante y existía El Relax, un templo muy querido por los