Cuando empiezo a escribir una carta, lo primero que hago es copiar y pegar el cierre que ves al final. Es rara la vez que lo dejo tal cual lo tengo guardado y añadir o restar elementos es una especie de precalentamiento mental. Hoy me he detenido en el epígrafe de los libros que quiero leer. Iba a escribir una explicación sobre por qué esa lista. Pero para qué contarlo tan abajo.
Amiga, nunca leeremos todo lo que queremos leer, pero solo el hecho de intentarlo es reconfortante —si no te rindes ante la frustración, claro—. Mi pila de libros crece y crece... ¿Acaso no significa eso que estoy vivo? ¿No es un reflejo de esa joven promesa que creías ser? Pues eso, a disfrutar del viaje. Y si solo te da tiempo a disfrutar de un bombón de la caja, no pierdas el tiempo pensando en el resto que te vas a perder, saborea el que tienes en la boca. Por cierto, ¿a qué sabe un bombón de Fosse? ¿Y de Erin Williams? De Poe si lo sé: a chocolate 99 % cacao. Ja, ja, ja.
Preciosa y honesta Tamara
Amiga, nunca leeremos todo lo que queremos leer, pero solo el hecho de intentarlo es reconfortante —si no te rindes ante la frustración, claro—. Mi pila de libros crece y crece... ¿Acaso no significa eso que estoy vivo? ¿No es un reflejo de esa joven promesa que creías ser? Pues eso, a disfrutar del viaje. Y si solo te da tiempo a disfrutar de un bombón de la caja, no pierdas el tiempo pensando en el resto que te vas a perder, saborea el que tienes en la boca. Por cierto, ¿a qué sabe un bombón de Fosse? ¿Y de Erin Williams? De Poe si lo sé: a chocolate 99 % cacao. Ja, ja, ja.
Qué preciosidad de carta, qué cotidiana y cercana.
Con tu permiso, me he guardado tu lista de libros. Algunos muy interesantes y pueden que los incluya en mi lista, que te comparto también https://www.amazon.es/hz/wishlist/ls/2R3LCA6YKH8M2?ref_=wl_share
Gracias.